¿Qué tienen en común un martín pescador y un tren de alta velocidad?
Pues mucho. Esta pequeña y colorida ave ha inspirado la ingeniería aerodinámica de nada menos que el tren bala de Japón. En la década de 1990 se vio que cada vez que el tren salía de un túnel, la presión del aire ejercida sobre su ‘nariz’ creaba un ‘boom sónico’ que molestaba tremendamente a los residentes y la fauna de la zona. La solución se encontraba a este problema la encontraron en el martín pescador. Estas aves se zambullen en el agua sin provocar distorsiones ni grandes salpicaduras. Los ingenieros diseñaron la nariz del tren imitando el pico del martín, y el resultado fue la eliminación del ruido en los túneles y la mejora de su eficiencia energética en un 15%...